¿Que es Namasté?
Namasté es una palabra de origen sánscrito, es una expresión de saludo de Asia del Sur, originado en India, utilizado como un hola y un adiós en nuestro idioma acompañado normalmente de la inclinación de la cabeza hacia adelante, con ojos cerrados y con las palmas de las manos juntas a la altura del pecho.
El gesto es el reconocimiento de un alma a otra y representa la creencia de que cada uno de nosotros tiene una chispa divina en su interior localizada en el chakra del corazón.
Literalmente, Nama significa reverencia, as significa yo, por consiguiente, Namasté significa algo así como
RESPETAME - TE RESPETO
Namaste es tan profundo como el manantial más profundo y tan dorado como la luz del sol
El gesto es el reconocimiento de un alma a otra y representa la creencia de que cada uno de nosotros tiene una chispa divina en su interior localizada en el chakra del corazón.
Me inclino ante ti.
Yo saludo a la luz de Dios que está en ti.
La luz de Dios en nosotros celebra su presencia eternamente en nuestros corazones.
El Dios en mí ve y honra al Dios en ti.
pueda el Dios dentro de ti, bendecirte.
Lo divino en mí saluda a lo divino en ti.
Yo saludo ese lugar donde tú y yo somos uno.
Mi energía más alta saluda a tu energía más alta.
Yo honro al espíritu en ti que también está en mí.
Te saludo con reverencia no a ti, sino a tu interior.
El espíritu en mí se encuentra identificado con el espíritu presente en ti.
Mi saludo reconoce la igualdad de todos, y rinde honor a la santidad e interconexión entre todos, así como a la fuente de esa unión.
Yo reconozco que dentro de cada uno de nosotros hay un lugar donde mora la Divinidad, y cuando nosotros estamos en ese lugar, nosotros somos uno solo.
Namaste nos permite reconocer y celebrar la bondad que hay en nosotros, nos une como hijas e hijos del Logos, nos eleva por sobre nuestros defectos y obscuridades, rompe con
todo tipo de barreras, nos hace trascender.
Cuando pronunciamos Namaste o hacemos el
gesto, que equivale a lo mismo, el espacio tiempo se convierte en sagrado, a quien saludamos y nosotros mismos nos convertimos en sagrados.
Armonizamos las energías del universo en un instante, un instante que nos abre la Eternidad como una bella canción que nos acompaña a lo largo de todas nuestras existencias, aunque no las recordemos, está ahí, vibrando con nuestro karma y dharma, haciendo girar la rueda del Samsara en la espiral de sándalo y miel que nos acerca cada día que pasa, a nuestro Padre.
Madre Teresa...
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